El puente marítimo más largo del mundo se ha abierto oficialmente al tráfico y conecta Hong Kong y Macao con el continente chino. El Puente Hong Kong-Zhuhai-Macao de 55 kilómetros presenta una variedad de características inusuales, al punto que The Guardian informó que el puente cuenta con “cámaras para detectar bostezos, conductores obligados a usar monitores cardíacos y un acceso restringido a la élite política",
Inaugurado por el presidente chino Xi Jinping, el puente de 20.000 millones de dólares se construyó con 400.000 toneladas de acero, equivalentes a 60 Torres Eiffel. El puente ha sido diseñado para resistir terremotos y tifones de hasta 340 kilómetros por hora.
La brecha entre Hong Kong, Macao y el continente chino se compone de tres elementos: un tramo principal de 30 kilómetros desde el continente hasta una isla artificial. Luego, la carretera se une a otra isla a través de un túnel de 7 kilómetros de largo y 44 metros de profundidad.
El túnel se encuentra con un puente de enlace adicional a Hong Kong a través del Aeropuerto Internacional y un cruce fronterizo, donde los automóviles pasan del lado derecho de la carretera (típico en la parte continental de China) al lado izquierdo (típico en Hong Kong) en un "punto de fusión" específicamente construido
A medida que los conductores cruzan el puente, se monitorean la frecuencia cardíaca y la presión arterial, y la información se envía al centro de control del puente. Según lo informado por The Guardian, si un conductor bosteza tres o más veces en 20 segundos, una "cámara de bostezo" hará que la alerta aumente.
Frank Chan Fan, Secretario de Transporte y Vivienda de Hong Kong, declaró:
El puente no es solo una mega infraestructura de transporte construida conjuntamente por Guangdong, Hong Kong y Macao. Se fortalecerá la colaboración [...] en términos de comercio, finanzas, logística y turismo. Hong Kong asumirá un papel más proactivo en el desarrollo del Área de la Gran Bahía.
Aunque aclamado como una hazaña de ingeniería, el puente no ha estado exento de críticas. La gente de Hong Kong requerirá permisos especiales para usar el puente, a pesar de que el proyecto está financiado en parte por los contribuyentes de Hong Kong, según lo informado por el periódico South China Morning Post. Mientras tanto, grupos ambientales como WWF han expresado su preocupación por el impacto del puente y el daño potencial para el delfín blanco chino, que es extremadamente raro.
China también tiene el récord del puente más alto del mundo, que se abrió al tráfico en el suroeste del país en 2016.
Vía The Guardian, BBC.